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Aquí no se plancha ná

2015 / Galería José Requena, Alcaldía de Iribarren. Barquisimeto. Venezuela

Sobre una mesa de planchar de los años 60, herencia de mi abuelas (la cual uso muy pocas veces), se despliega un mapa de memoria femenina: cada servilleta cosida para un matrimonio se convierte en testigo y en tejido de una historia compartida, donde lo personal trasciende y se entrelaza con el inconsciente colectivo.

En este acto cotidiano y, a la vez, ritual, el inconsciente no es ya privado ni individual; se transforma en un vasto territorio que albergamos entre nosotras, en una red de arquetipos grabados en lo más hondo de nuestra psique, recordándonos las voces y vidas de quienes nos precedieron. Como expresaría Jung, el inconsciente se vuelve colectivo y encuentra en lo femenino un espacio fecundo para manifestarse, moldeado por la repetición y la transmisión de roles, de rituales y de silencios, encarnados en los objetos y en los gestos.

El matrimonio, con sus promesas y sus símbolos, carga el peso de esta memoria femenina: una identidad moldeada y, a menudo, impuesta, donde las experiencias individuales se sumergen en una corriente arquetípica y toman la forma de “doctrinas secretas” transmitidas en silencio a través de los siglos. Estas tradiciones no solo revelan un inconsciente personal sino un inconsciente compartido, una resonancia que trasciende generaciones y que imprime en lo femenino la historia de la reconciliación y la pertenencia, del sacrificio y la aceptación.

Cada pliegue, cada doblez que rehúsa ser alisado, simboliza el territorio de lo femenino, un espacio donde se entrelazan las contradicciones y se expresan los deseos de libertad y de unión. El ánima y el animus en su danza íntima encarnan esta dualidad: lo femenino busca reconciliar, contener, sostener; lo masculino en nosotras mismas disierne y afirma. Así, la memoria femenina se convierte en un inconsciente colectivo que, más que pertenecer, nos pertenece, un mapa común donde la historia privada se convierte en símbolo y en alma colectiva.

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