El archivo como estrategia, la arqueología como recurso.
“Finalmente, debemos insistir en que, en la escultura,
el artista no debería dudar
en emplear todo aquello que le permita alcanzar la realidad.
No existe un miedo más absurdo que el temor
a sobrepasar las fronteras de nuestro arte.”
Umberto Boccioni (1882-1916)
Los seres humanos vivimos rodeados de objetos, objetos que de una manera u otra están cargados de historias, situaciones y recuerdos, que aluden por lo general a un tiempo pasado, tienen memoria propia contada a través de sus dueños, siendo la historia de estos objetos la propia historia de los individuos.
Es interesante la breve visión de la “apropiación” que propone la Filosofa Sandra Pinardi en un artículo para la Fundación Cisneros Elementos combinatorios: acerca de algunas ideas que caracterizan las practicas artísticas contemporáneas. 2016 (enlace)
En la primera mitad del siglo XX, Walter Benjamin proponía que la cultura contemporánea requería una obra de arte que, más allá de darse a la contemplación o suscitar placer estético en el espectador, operara como un ejercicio crítico de transformación histórica y cultural, capaz de re-significar los textos civilizatorios abriéndolos a nuevas comprensiones. Para Benjamin la producción cultural o de saber, más que una invención era una reconfiguración de lo “ya sido”, que pudiera trastocar su ordenamiento interno y recuperar lo que allí había sido truncado. Por ello, el pasado –lo “ya sido”- constituía un terreno privilegiado de trabajo y reconocimiento.