El proyecto de diseño de un hábitat temporal para pescadores en la península de Paraguaná, Venezuela, surge de una profunda conexión con las tradiciones y los recursos del entorno. Inspirado en las cercas de madera utilizadas para confinar a las cabras, un elemento típico de la región, esta propuesta adapta técnicas y materiales locales a una necesidad funcional y cultural.

La estructura elevada, construida en madera y bahareque, responde a las condiciones de temporalidad de la temporada de pesca y la necesidad de un espacio multifuncional. En su planta baja, se habilita un área para almacenar pequeñeros y equipos de pesca, mientras que en la planta superior se configura un refugio habitable que brinda resguardo a los pescadores durante su jornada. Esta solución aprovecha materiales locales, como maderas del sector, y técnicas tradicionales, promoviendo sostenibilidad y arraigo cultural.

Desarrollado en el séptimo semestre de la carrera de arquitectura, este proyecto no solo cumplió con los retos académicos, sino que también trascendió al obtener reconocimiento internacional en el concurso *Ecohábitat* en 2005, celebrado en Cuba. Este logro destaca la capacidad de la propuesta para equilibrar innovación arquitectónica, respeto al medio ambiente y preservación de las tradiciones locales, reafirmando el valor del diseño en contextos de fuerte identidad cultural y paisajes singulares.